Baja, sin complicaciones técnicas, a no ser que nos perdamos.
Observaciones
Algo desagradable si hay barro
Esta ruta es muy corta y muy sencilla, sobretodo para esos días de invierno que no queremos madrugar a causa del hielo o de trasnochar demasiado el día anterior. Hemos incluído dos variantes: la primera de carácter circular, la segunda lineal, por lo que habrá que contar con solucionar la recogida y el regreso. Siempre podemos alargarla un poco llegando a la estación de Matallana, teniendo conocimiento previo del horario de trenes.
Uno de esos dias grises de invierno, previos a las vacaciones salimos sin rumbo fijo, y tras detenernos en Matallana, decidimos aparcar en Orzonaga. Dimos unas vueltas viendo el pueblo y esperando al resto de nuestros compañeros y al final decidimos ir hasta Llombera por una pista fácil entre los árboles del bosque.
Anduvimos por la pista, llegamos a su unión con la carretera, subimos a Llombera y volvimos por el mismo camino. Sin embargo, al pasar de nuevo por el alto que separa uno de otro valle, decidimos tomar el camino del faedo de Orzonaga, que aunque sin hojas ni otoñada, no deja de ser un lugar espectacular. La ruta entonces se hace más bonita, se sube y se baja por una senda tapizada de hojas caídas, aunque a veces el barro producido por las rodadas de unas motos de trial nos convertía la marcha en un lodazal desagradable, lo que hay que agradecer a esos valientes y esforzados muchachotes que destrozan caminos y montes para satisfacer sus instintos adrenalínicos. Bajamos un poco hasta una pequeña loma desde donde se veía perfectamente el pueblo de Orzonaga al fondo y comimos un poco.
Vimos al fondo recortarse la silueta siniestra de un cazador apostado con su arma a la espera de cualquier incauto animal (las noticias de aquel día más tarde nos contaron que uno de estos valientes había disparado (sin querer) contra otro de sus compañeros (que, según él, debía parecerse mucho a un jabalí) y tuvieron que ir de entierro.
Tras este desagradable incidente, decidimos continuar la ruta alejándonos lo más posible de estos personajes, cuando escuchamos unas detonaciones. Apuramos el paso y llegamos a una divisoria entre valles, el de Orzonaga y el del Fenar, entre pinos y robles, y por la pista que iba a la izquierda nos encontramos con una zona de merendero y una caseta muy bien adecentada.
Ya atardeciendo comenzamos a descender , aunque pasando por una zona rocosa en la que se podía ver claramente la localidad de Orzonaga. Bajamos hasta un arroyo entre quejigos y tras bordear la montaña, al ver que el camino no descendía, lo hicimos entre espinos y tojos hasta llegar al arroyo y hasta el pueblo, buscando el puente que nos cruzara al otro lado . Ya de noche por todo el mundo, lo encontramos a la luz de las linternas y llegamos correctamente al coche. La segunda variante se inicia en la zona del merendero, y desciende por una pista hacia la localidad de Robledo de Fenar. Si lo deseamos, podemos tomar un camino que sale a la derecha y nos deja al otro lado del pueblo, sin mayor complicación. La pista puede resultar un poco desagradable al ser zona transitada por quads, furgonetas de cazadores, turistas... Mapa de la ruta:
Panorámica desde la cumbre del Pico Ferreirúa. Al fondo las montañas de Babia
Ruta Pico Ferreirua Ficha de la ruta Zona geográfica: Norte de la provincia de León, zona central, límite con Asturias Entorno: Montaña de roca calcárea Tipo de ruta: Circular por sendas y cresteando Inicio/ fin: Puerto de Ventana Distancia aproximada: 7 Kilómetros. Duración aproximada: Entre dos y cuatro horas, dependiendo de si hay nieve. Desnivel: 390 metros, acumulado 482 metros Dificultad: Media, sin complicaciones técnicas, aunque con esfuerzo. Observaciones: Tened cuidado con nieve o hielo en algunas zonas
Puede hacerse una variante bajando por la cresta
Panorámica hacia Babia. A la izquierda las Ubiñas, más a la derecha las montañas de Babia.
Desarrollo de la ruta
La ruta se inicia a 1586 metros de altitud, en el alto del puerto de Ventana, que separa la zona de Ubiña: San Emiliano, Torrebarrio… de Asturias.
Vista de la ruta desde el Pico Cuervo. Al fondo el Ferreirúa
Desde el alto del puerto ascendemos por la izquierda ganando altura hasta llegar a una loma, desde donde contemplaremos la ruta completa que vamos a seguir, con el pico al fondo. Continuamos por la vertiente que mira a Asturias manteniendo el nivel, incluso ascendiendo algo hasta llegar a una collada a 1645 metros.
En la cumbre del Pico. Detrás de encuentra Peña Ubiña
Seguimos la crestería e iniciamos un ascenso pronunciado entre brezos y escobas hasta llegar al Pico del Cuervo (1756 m) donde llaneamos un rato, descendiendo más tarde a la collada, del Cuervo (1705 m), desde la que ascenderemos nuevamente hasta llegar al alto de las Lombas (1826), descendiendo posteriormente al collado de los Chamuergos (1791 m), ascendiendo después en zig–zag para cruzar bajo el pico del mismo nombre (1889 m), Más tarde ascendemos a una crestería de roca que se complica (1881 m), debiendo tomar una senda que va por la derecha en diagonal y por donde se debe caminar con precaución, sobre todo con nieve o hielo. Tras un breve descenso se continúa ascendiendo por una loma con desnivel pronunciado, aunque no excesivo, desde donde la cuesta se suaviza para acercarse poco a poco a unas peñas que parecen ser la cumbre. Apreciación falsa, pues cuando se llega vemos que falta poco, pero es sencillo: una parte de llano picando ligeramente hacia arriba y otra parte de rocas grandes y desagradables que nos ponen en la cumbre. La cumbre es larga y tiene muy buenas vistas a Asturias, la parte de Torrebarrio y las montañas de los lagos de Somiedo.
El regreso lo hacemos por la misma ruta, sin complicaciones, aunque desde la cumbre podemos bajar a otra collada que nos llevará cresteando la sierra de Oza hacia la carretera, dejando a nuestra derecha el pueblo de Torrestío. Mapa de la Ruta
Entre 7 y 12 Kilómetros, dependiendo de donde se finalice.
Tiempo aproximado
Entre dos y cuatro horas
Desnivel
380 metros
Dificultad
Baja, sin complicaciones técnicas, aunque con esfuerzo.
Observaciones
Ruta señalizada con carteles de la Asociación Cuatro Valles.
El Camino de Santiago tiene muchas variantes. La más conocida, el camino francés, cruza la provincia de parte a parte, y a pesar de que inicialmente era un solo camino, ahora existen numerosas desviaciones y derivaciones con un objetivo común: llegar a Santiago de Compostela. Una de esas variantes, que parte de León ascendiendo del cauce del Bernesga se llama Ruta del Salvador, que enlaza el Camino Francés con el Camino del Norte. Se llama camino del Salvador, porque la ruta va a la ciudad de Oviedo hasta la iglesia del Salvador, y como cuenta ese dicho asturiano:
Quien va a Santiago
Y no va al Salvador
Ve al criado
Pero no al Señor.
Esta ruta tiene varias etapas, dependiendo de quien la proponga y del número de kilómetros que deseemos andar. La Asociación leonesa Cuatro Valles, que ha marcado el camino, lo divide en cuatro etapas de entre 25 y 35 kilómetros, lo que a muchos les parecerá excesivo. Nosotros hablamos de un kilometraje más ajustado y mayor número de etapas, la que hemos elegido es una de ellas, que va de Buiza a Rodiezmo, o a Viadangos de Arbas, si deseamos alargarla un poco. Nosotros trataremos de hacer esta etapa y para ello hemos ido una mañana de noviembre a Buiza, al lado de cuya iglesia se encuentra señalizado por Cuatro Valles el camino que debemos tomar.
Se trata de una pista que pronto se pierde en los desmontes de la obra del túnel AVE que cruza toda la montaña hasta la vertiente asturiana, un túnel que ha creado problemas de carencia de agua en muchas localidades cercanas a causa de la rotura de los acuíferos subterráneos que alimentaban las fuentes y las captaciones de los pueblos.
Podemos bordear los desmontes por un camino que da toda la vuelta o ascender por los restos del material sacado del túnel hasta una amplia plataforma, ir a la izquierda y retomar el camino ladera arriba, teniendo cuidado, pues como continuamente está en obras, se puede encontrar cualquier cosa.
Continuamos ascendiendo hasta llegar a una zona de camino empedrado, característico de las calzadas romanas, que entre robles, rocas, escobas, un arroyo y varias revueltas nos lleva al alto entre los dos valles, llamado la Forcada de San Antón, desde donde descendemos por el Camino de los Arrieros hasta Rodiezmo, en una zona de pinares. Podemos aquí bajar por el arroyo entre las peñas a través de un camino amplio. O bien tomar la senda marcada por cuatro Valles y continuar hacia Poladura de la Tercia, y posteriormente a Viadangos de Arbas, lo que hará más larga la etapa. Se trata de una ruta sencilla, cómoda y sin dificultad, que podemos hacer en una o dos horas. Algunos varían la ruta iniciada en Buiza por una pista que va a Villasimpliz, bajo una línea de alta tensión, desembocando en la carretera, para continuar hacia Villamanín y el Puerto de Pajares. Sin embargo nos parece menos adecuada por las interacciones negativas del tendido eléctrico, la carretera y la vía del ferrocarril. La ruta que proponemos es más agreste y cercana a la naturaleza, aunque con un perfil más exigente.
Los alojamientos en esta zona son escasos, hay casas rurales en Villamanín, Poladura, y un poco más allá, en el camino, Viadangos de Arbas. Desde esta lugar continúa la ruta a través del alto del Coito hacia Busdongo y Arbas del Puerto, para posteriormente acercarse al puerto de Pajares y descender hacia Asturias.
Sudoeste de la provincia de León, en la Cabrera, límite con Sanabria
Entorno
Bosque al principio, matorral. Morrena de un antiguo glaciar. Lago natural, prados…
Tipo de ruta
Circular por pista y senda
Inicio/ fin
Truchillas aparcamiento a 1,5 km del pueblo: inicio y final de la ruta
Distancia aproximada
12 Kilómetros
Tiempo aproximado
Entre dos y cuatro horas
Desnivel
580 metros
Dificultad
Baja, sin complicaciones técnicas, aunque con esfuerzo.
Observaciones
Ruta señalizada con carteles explicativos al inicio, en el camino y al finalizar la pista
Nuestra ruta del Lago se encuentra en la Cabrera Alta, concretamente en la zona limítrofe con la provincia de Zamora. El pico Vizcodillo está situado en el límite de las dos provincias.
La ruta se encuentra muy señalizada. Pasando la localidad de Truchillas por la carretera que se dirige a Sanabria nos encontramos a la izquierda un aparcamiento del que parte la pista de la ruta, y donde veremos paneles con la especificación y el mapa de la ruta. Dejamos allí nuestros vehículos y tomamos la pista citada andando unos kilómetros hasta llegar a un puente, donde comienza una senda que cruza varias veces el arroyo del Lago por puentes de madera de reciente construcción.. Posteriormente la cuesta se hace más dura y pronunciada con guijarros y piedras grandes en el camino se trata de la llamada Cuesta Millín. O Costomillín Bordea luego la ladera entre escobas y brezos, rocas metamórficas, como pizarras o neiss en ese lugar que en tiempos fue la morrena del glaciar en cuya cabecera se encontraba el lago.
Llegamos más tarde a unas praderas que cruzamos y nos integramos en una zona de matorral que bordea la montaña que antaño fue lengua de glaciar. Es importante tener en cuenta que nos encontramos en una zona reconocida como monumento natural por la Junta de Castilla y León.
Finalmente llegamos al lago tras tres horas aproximadas de paseo con algunas dificultades en determinados momentos, pues la cuesta a veces se hace pronunciada. El lago se encuentra a 1.760 metros de altitud, está flanqueado en su parte norte por el murallón que desciende del pico Vizcodillo (2.122 m) y que en el invierno forma unas hermosas cascadas de hielo que son excelentes para la escalada en este elemento. El lugar es excelente en las distintas estaciones del año, aunque en invierno hay que tomar las debidas orecauciones. Si deseamos hacer algo más de actividad alargando la ruta, podemos ascender al Pico Vizcodillo, que se encuentra cerca del lago, y con poca dificultad.
El lago ocupa una extensión de 65.000 metros aproximadamente. En algunas zonas llega a una profundidad de 8 metros, y abundan las truchas y otros animales acuáticos.
El lago es la cabecera del glaciar, al contrario del lago de Sanabria, que es su finalización. De él parte el río Lago, que hemos ido siguiendo a lo largo de la ascensión y que debemos seguir para el descenso que haremos por el mismo camino.
La zona de la Cabrera leonesa tiene varias rutas que podemos recorrer, entre ellas las de los canales romanos, ya en la Cabrera Baja, que van hacia la explotación aurífera de las Médulas. Es una zona secularmente olvidada, que en las últimas décadas ha comenzado a tener una pujanza económica basada en las explotaciones de pizarra existentes en muchas localidades de la zona
Mapa de la ruta
Perfil de la ruta (elaborado por Antonio Berciano)
Planteo la publicación de estas pequeñas rutas para todos aquellos que deseen disfrutar del campo leonés a pie principalmente y que no quieran hacer travesías demasiado largas o peligrosas. En la actualidad hay muchas asociaciones y entidades que han elaborado diferentes rutas por nuestra provincia, y en alguna de las que podamos elegir habrá literatura suficiente de unos y de otros. No queremos inventarnos nada, solamente deseamos ser un vehículo para el posible disfrute de las zonas naturales de nuestra provincia.
Es importante cumplir unas mínimas normas de respeto a la naturaleza, evitando en lo posible no alterar el equilibrio ecológico de los lugares que visitamos, tratando de no dejar basura, no destrozar plantas, no tirar piedras ni modificar de ningún modo el entorno.
El desplazamiento en estas rutas está pensado para llegar al punto de partida en vehículos particulares, aunque existe la posibilidad de elaborar otro tipo de salidas centrada en la disponibilidad de medios de transporte públicos, ajustada a horarios y cadencia de dichos transportes, léase tren o autobús. Es preciso indicar que existen en este sentido dos tipos de rutas: las circulares, es decir aquellas en las que el inicio y la finalización se encuentran en el mismo punto, y las lineales, que nos crearán la necesidad de buscar un medio alternativo para regresar a por nuestro vehículo, bien en taxi o llevando dos coches y dejando uno en cada uno de los puntos inicio y final del recorrido. (Otros grupos de amigos utilizan el sofisticado medio del intercambio de llaves en el camino, pero no lo veo muy práctico, ya que una variación o pérdida conllevaría un problema mayor que el que deseamos solucionar).
También tenemos que contar con la situación metereológica del momento y analizar los problemas que puede plantear la existencia de nieve, agua o barro en el camino. Es importante adecuar la vestimenta a cada época del año y que resulte cómoda y ligera. Las botas han de ser altas para cuidar los tobillos y prevenir esguinces y torceduras, sobre todo en rutas con mucho descenso.
Ruta 1
Ruta de Picos de Europa: Desde el puerto de Panderruedas a Posada de Valdeón por Dobres
He elegido esta primera ruta perteneciente a la zona de los Picos de Europa por ser un lugar de incomparable belleza, muy conocido por todos y que nos hará disfrutar de un medio agreste, hermoso y poco alterado. Se trata de una marcha de escasa dificultad, algo de subida y bastante descenso. Conviene no hacerla en invierno si vemos en el Puerto que la montaña circundante está cubierta de nieve, porque abrir huella en la nieve aumentará la duración del recorrido.
La ruta que presento tiene una longitud aproximada de 12 kilómetros y la duración , dependiendo de las paradas, el ritmo y las condiciones metereológicas puede ser de entre tres y cinco horas, siendo lo más normal una duración más larga a no ser que vayamos haciendo carrera de montaña.
Debemos hacer notar que existen varias rutas entre el puerto de Panderruedas (que otros dicen Panderuelas) y Posada, fundamentalmente la antigua pista de entrada en el valle, apta para bicis de montaña y aconsejable para familias con niños que discurre generalmente entre un bosque de hayas, y otra más complicada, que paso a detallar.
Llegamos al alto del puerto de Panderruedas y dejamos nuestro vehículo en la campa de aparcamiento, entrando en las praderas que nos conducen al mirador de Piedrashitas, una mole de cemento que se está deteriorando por el tiempo y con una vista impresionante a los macizos central y oriental de los Picos de Europa. Veremos asimismo en bronce una panorámica de los picos con los nombres de los más característicos.
Tomamos el camino que continúa a través del bosque de hayas, bordeando horizontalmente la falda del Pico Camborisco (1713 m.), para llegar al arroyo que nos conducirá a unas praderas, junto al Pico Piedrashitas (1569 m.), con una pequeña caseta donde podremos hacer un descanso y contemplar el maravilloso espectáculo de los macizos de los Picos de Europa.
Sin embargo la ruta continúa por un pequeño sendero que asciende por la otra vertiente del Pico Camborisco, por donde ascenderemos hacia el Collado Viejo, donde la senda continúa hacia el valle de Sajambe, aunque nosotros deberemos seguir ascendiendo en dirección a la Cerra Centenal (1768 m.). El camino se empina cada vez más discurriendo entre brezos y escobas, con vistas al valle de Sajambre con las imponentes moles de los Mampodres, Peña Ten y Pileñes en la lejanía.
Tras dar una serie de vueltas y revueltas llegamos a una zona rocosa y continuamos nuestra senda por una zona más llana, y ya más suave con la vista del pico Jario (1914 m.) frente a nosotros. Continuamos un largo trecho y a veces llegaremos a zonas entre los dos valles de Sajambre y Valdeón con vistas a los Picos de Europa. Pasaremos bajo la Pica Guadañas (1729 m.), llegando al final a la collada de Dobres a 1756 metros de altitud.
En este punto nace un camino que va al Pico Jario, que se ve al fondo, para aquellos que se encuentren con más fuerzas y deseen ascender una cumbre. Nosotros continuaremos hacia abajo, descendiendo por unas verdes praderas, aunque luego iremos hacia la derecha por los caminos que descienden hacia la majada de Dobres en un idílico paisaje que parece sacado de un cuento de hadas.
Al final llegamos a una zona donde se bifurcan los caminos, uno de ellos continúa hacia arriba, que llevará hasta el Frade, nosotros tomaremos el camino de descenso que se adentra en la espesura de un bosque de hayas, y desciende vertiginosamente hacia el valle, cruzando cantarines arroyos, bosques de diversos tipos de árboles predominando las hayas, robles milenarios y un sinfín de mágicos elementos encantadores que despertarán todos nuestros sentidos.
El descenso se adentra luego en el corazón del hayedo. Árboles que luchan por hacerse un hueco en su ascenso hacia el cielo, cuyas hojas apenas dejan pasar los rayos del sol, descendiendo, siempre descendiendo por estrechos caminos siempre bien marcados. La senda es clara y no debería tener pérdida. En algunas zonas, en las que es posible que se pierda el camino o que haya dudas, se han colocado montoncitos de piedra o hitos para evitar posibles confusiones, sobre todo si , como ocurre a menudo por estos parajes, le da por bajar la niebla.
La bajada es larga y hay que tener cuidado con las rodillas y procurar controlar el esfuerzo. Más tarde la bajada se suaviza un poco y tras cruzar un último arroyo se llega a la majada de Argoya, señalizada, donde se toma la pista de Llos, que baja hasta Caldevilla.
El descenso por la pista es largo, pero poco complicado. Veremos como se va abriendo el valle del arroyo de Argoya para llegar al final al valle del río Cares y poco a poco entre prados, pastos y fresnos nos adentraremos en el pueblo de Caldevilla, a partir del cual el camino está asfaltado, pasando por Soto hasta llegar a Posada.
Detalles de la ruta
Ubicación
En el entorno de los Picos de Europa, nordeste de León
Entorno
Bosque de hayas, rocas, matorral, en especial brezo y escoba. Senda marcada en casi todo el recorrido, y pista al final, desde Argoya. Asfalto y pista entre Caldevilla y Posada.
Tras este desagradable incidente, decidimos continuar la ruta alejándonos lo más posible de estos personajes, cuando escuchamos unas detonaciones. Apuramos el paso y llegamos a una divisoria entre valles, el de Orzonaga y el del Fenar, entre pinos y robles, y por la pista que iba a la izquierda nos encontramos con una zona de merendero y una caseta muy bien adecentada.
